Cualquier tipo de síntomas que limiten la capacidad de adaptación a la vida, que producen malestar tanto a nivel intrapersonal cómo interpersonal. Trabajo a través del origen de los síntomas sin tenerlos en cuenta desde un marco diagnóstico. Muchos de ellos se solapan en un mismo síndrome o diagnóstico clínico sin tener en cuenta la individualidad de cada proceso. A modo de ejemplo, no todos los pacientes que tienen depresión tienen el mismo origen por lo que no se puede tratar a nivel general como si el ser humano fuera una máquina que genera tristeza, pero si llegamos al origen concreto y específico de esa tristeza con el contexto y la forma de vivirla también específica para cada uno, seguro que encontramos una solución adecuada .

No propongo pautas de tratamiento porque cada persona tiene un mundo interno diferente y en ese mundo me adentro para descubrirlo . A veces supone bajar al sótano del miedo y ese sótano también tiene una profundidad distinta según el paciente. Pero en todos los casos cuando bajas con luz y compañía, se liberan y desaparecen muchos síntomas. Son los síntomas lo que me interesa no la patología.

Y estos síntomas los puedo abordar desde las distintas terapias: Humanista integrativa, Regresiva o EMDR, dependiendo de cada paciente. Esta valoración la hago durante las sesiones y luego voy cambiando de terapia durante el proceso terapéutico.